viernes, 25 de noviembre de 2016

Tegucigalpa

Tegucigalpa (Capital)



Tegucigalpa, la capital de Honduras es una urbe cuyos inicios datan de finales del siglo XVI y están relacionados con el descubrimiento de vetas de plata en sus cercanías. Este pasado colonial y minero todavía es palpable en el casco histórico de la ciudad. En 1880 adquirió el título de capital de la República, cuando el presidente Marco Aurelio Soto trasladó la sede del gobierno desde Comayagua.
La “Tegus” de hoy es una interesante mezcla de edificios coloniales, construcciones modernas y ministerios de gobierno esparcidos a lo largo de su montañosa geografía. Aunque el poderío económico está en el norte de Honduras, la capital posee todo el poder político. Embajadas, consulados, organismos internacionales, secretarías gubernamentales, cuerpo militar y Casa Presidencial están en la ciudad capital. También los movimientos culturales, intelectuales y artísticos tienen un mayor empuje aquí en Tegucigalpa. En realidad, la capital del país está conformada por dos ciudades gemelas apenas separadas por unas calles: Tegucigalpa y Comayagüela.
La infraestructura turística está bien desarrollada. Hay muchos cajeros ATM, bancos, cafés y hoteles con conexiones inalámbricas para Internet, servicios de transporte, centros comerciales, bibliotecas y museos. Estas facilidades permiten ir de compras a tiendas exclusivas, cenar en algunos de los mejores restaurantes de Honduras o, como un regalo aparte, acampar en un misterioso y frío bosque nublado de 23,571 hectáreas convertido en parque nacional.
Tegucigalpa es una ciudad dinámica y efervescente que posee un poco de todo para entretener a los turistas. ¿Cuál es la mejor época para visitarla? Cualquier mes del año que escoja para venir a la capital será una buena elección, ya que sus atractivos no escasean en ninguna estación. Si pasa por aquí en verano, que va de febrero a mayo, lo mejor es vestir ligero para soportar el calor. El resto del año el clima puede ser levemente cálido durante el día, pero las noches son muy frescas. Diciembre y enero son los meses más fríos y esto hace necesario abrigarse un poco.
La visita a Tegucigalpa no está completa sin incluir un viaje a los pueblos vecinos de Valle de Ángeles y Santa Lucía. El Valle no solo atrae por su belleza escénica sino además por la producción y venta de artesanías en madera y cuero. Verdaderos imanes para todos los turistas extranjeros y nacionales que por decenas llegan cada fin de semana a esta ciudad turística. Sus pequeños cafés, hoteles y restaurantes se convierten en los destinos preferidos de los visitantes que aprovechan para recorren sus tiendas y el parque central.
Santa Lucía es una comunidad pequeña y amable a 14 kilómetros de la capital. Por las mañanas, el pueblito amanece envuelto en la neblina de sus alturas. Un clima más que agradable especialmente si el viajero decide permanecer un par de días, caminando alrededor de su apacible laguna al atardecer y durmiendo sin ventiladores ni aires acondicionados. Sí de paso aprovecha para comprar flores y hortalizas, tiene frente a usted un fin de semana apacible y muy en paz.
Para los aventureros ávidos de ver bosques y naturaleza, el Parque Nacional La Tigra, con sus seis senderos es una opción extraordinaria. La Tigra es un bosque nublado, escenario maravilloso donde la vida salvaje y los escenarios idílicos se encuentran siempre a la espera de ser visitados. Este bosque provee cerca del 40% del agua que consume la ciudad capital. Además, es hogar del ave más bella de América: el resplandeciente quetzal. Junto a él, venados cola blanca, felinos pequeños como el  yagüarundi y uno que otro puma son personajes de este espacio siempre verde envuelto en eterna neblina. Recorrerlo es todo un placer.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Tela

Tela

Tela es la segunda ciudad más importante del departamento de Atlántida, Honduras. Dos parques nacionales y un jardín botánico la transforman en un reino de aventuras sin igual. Cada año, tras los fríos de enero, la ciudad va adquiriendo el color y calor que la caracteriza.
Fue fundada por Cristóbal de Olid el 3 de mayo de 1524. La tradición señala que el nombre original de la población era Triunfo de la Cruz, ya que fue creada precisamente el Día de la Cruz, de acuerdo al calendario católico. La misma tradición sostiene que el nombre se fue acortando hasta quedar como lo conocemos ahora.
Gracias a Tela, Honduras es famosa por sus playas, uno de los principales destinos de los turistas en la Semana Santa o Semana Mayor, su historia como emporio bananero y la belleza de sus áreas naturales protegidas. Además, la enorme riqueza cultural que representa el pueblo garífuna, Patrimonio Intangible de la Humanidad y que habita en diversas aldeas como Tornabé, San Juan y Triunfo de la Cruz.
Dentro de sus áreas protegidas se deben mencionar los parques nacionales Jeannette Kawas y Punta Izopo, el Jardín Botánico Lancetilla y el Refugio de Vida Silvestre Texíguat. Por supuesto, las playas de la Bahía de Tela son la principal atracción para miles y miles de turistas que llegan a disfrutar de las delicias del mar. Parasailing, buceo, snorkel, observación de aves y pesca son parte de los deportes extremos y pasatiempos que se practican constantemente.
Esto ha hecho que Tela conste de una sólida oferta hotelera para todos los bolsillos, desde las lujosas y cómodas villas a orillas de playa en La Ensenada Beach Resort o en Telamar Resort, hasta pequeñas y limpias habitaciones en hoteles como Marsol, en el centro de la ciudad.
En la actualidad, Tela vuelve con fuerza a sus épocas de oro como cuando las compañías bananeras dominaban la actividad comercial de la zona. Uno de sus más ambiciosos proyectos es el complejo turístico Indura Beach Resort & Golf Club. Este proyecto de gran envergadura posee habitaciones, restaurante, bar, marina y hasta un campo de golf. Todo en las cercanías de la Laguna de Los Micos, en el Parque Nacional Jeannette Kawas.
Esta ciudad pequeña con un escenario natural formidable, también posee un aeródromo inaugurado en 2015. La pista de esta estructura que puede recibir aviones hasta de 80 pasajero, es de 1,600 metros de longitud por 30 de ancho.

lunes, 21 de noviembre de 2016

Cayos Cochinos

Cayos Cochinos

Cayos Cochinos es un archipiélago compuesto por dos islas pequeñas (Cayo Mayor y Cayo Menor) y 13 de menor tamaño. Están ubicados a doce kilómetros y medio al noroeste de la ciudad de La Ceiba, en la costa norte de Honduras, en el mar Caribe. Dada su enorme riqueza natural, en el año 2003 el gobierno declaró el archipiélago zona protegida en calidad de Monumento Nacional Marino.
Cayos Cochinos poseen una superficie de 489.25 kilómetros cuadrados. Han conservado su infinita riqueza natural gracias a los esfuerzos de Honduras Coral Reef  Fund (HCRF), la ONG encargada de su conservación y protección.
Esta riqueza natural se ve reflejada en las tres razones por las cuales cientos y cientos de turistas visitan cada año este paraíso. Primero: la belleza de sus arrecifes coralinos, los cuales forman parte del Arrecife Mesoamericano, el segundo más grande del mundo después de la Gran Barrera de Coral en Australia. Los Cayos son una verdadera tentación para los amantes de las cálidas y transparentes aguas color turquesa del mar Caribe.
HCRF mantiene una estación científica en el Cayo Menor. Toda persona que entra debe pagar una módica cantidad. Generalmente, la mayoría de los cayos se encuentran deshabitados y han sido usados por pescadores garífunas como refugios durante sus viajes de pesca en el mar.
La segunda razón que atrae a los aventureros es el deseo de conocer la boa rosada, un reptil mucho más pequeño y pacífico que su pariente de tierra firme, la boa común. Su nombre proviene de una ligera coloración rosa pálido que obtiene, aparentemente, por su dieta en las islas. Por muchos años se pensó que la boa rosada era una especie endémica de estos peñascos surgidos en medio del mar. Ahora se sabe que es una subespecie de la boa de tierra firme.
La tercera razón por la que muchos visitan los Cayos Cochinos es para conocer a un reptil que pertenece a la familia de las iguanas y que es conocido popularmente como jamo negro o jamo de los cayos. Tanto la boa como el jamo son animales en extremo abundantes, principalmente, en el Cayo Menor. Gracias a la boa rosada, el jamo negro, la extraordinaria vida submarina y su belleza escénica, Cayos Cochinos se han convertido en una magnífica aula viva para los investigadores de la vida animal y en un escenario idílico para productores de televisión de España e Italia, que han realizado varios reality shows en estas pequeñas islas hondureñas.

Gracias Lempira

Gracias Lempira

La ciudad colonial de Gracias se encuentra ubicada en el departamento de Lempira, en el Occidente de Honduras. Es una de las ciudades más antiguas de Honduras ya que su fundación que se efectuó en tres momentos distintos, comenzó en 1536. Esto ocurrió en Opoa, un sitio muy cerca de donde se encuentra la actual ciudad. Todavía queda en pie, un muro de adobe de la primera iglesia colonial que se levantó.
La segunda fundación ocurrió al año siguiente por mandato de don Francisco de Montejo. Sin embargo, el asentamiento fue levantado y puesto en su tercer y definitivo lugar, tras haberse sofocado el levantamiento del cacique Lempira. Esta tercera fundación la realizó don Juan de Montejo el 14 de enero de 1539.
La importancia de Gracias se consolidó rápidamente, gracias a los abundantes recursos recursos naturales que poseía la zona. Para el año de 1544, se estableció en la ciudad la Audiencia de los Confines, la máxima autoridad administrativa española en las territorios que comprenden desde los actuales estados sureños de México hasta Nicaragua.
Con este nuevo estatus, Gracias comenzó a recibir la llegada de numerosos comerciantes  y autoridades eclesiásticas que transformaron su arquitectura y la estructura socioeconómica. Desafortunadamente, la bonanza duró poco y en unos cuantos años, la Audiencia fue trasladada a Antigua Guatemala.
Gracias es ahora una de esas ciudades dormidas que parece despertar de un largo y profundo letargo. Oculta a los ojos de los turistas y los empresarios, la ciudad se mantuvo discretamente aparte de las rutas turísticas y su comercio, básicamente local, apenas traspasaba las fronteras con el cercano país de El Salvador.
Sin embargo, en los últimos treinta años años, la zona comenzó a recibir numerosos apoyos por parte de organismos internacionales. GTZ, Visión Mundial, Médicos Sin Fronteras, Caritas, Cooperación Española fueron parte de esos organismos que lucharon para levantar la educación y las condiciones de vida. Y pareciera que finalmente, la semilla logró germinar.
En la actualidad, Gracias es una ciudad que comienza  a abrirse al mundo y desea mostrar todos sus tesoros naturales y culturales. Ubicada en las faldas del parque nacional Celaque, la ciudad cuenta con un gigantesco potencial para el turismo científico y  el ecoturismo. Con sus cuatro magníficas iglesias, casas, calles y haciendas coloniales, la ciudad cuenta con una riqueza arquitectónica incomparable.
Más importante aún es el invaluable valor del espíritu lenca que pervive en la ciudad y sus montañas cercanas. Bastión de la cultura lenca, Gracias una ventana a los descendientes del pueblo indígena más importante que encontraron los españoles al momento de su llegada.
Ahora, nuevos y modernos hoteles se construyen tratando de fusionarse con ese aire colonial tan marcado que la ciudad posee. Tours a las iglesias, a Celaque y a las comunidades lencas ya son una realidad y mucha gente llega a Gracias en busca de esa tradición que la ciudad mantiene. El futuro ha llegado.
Gracias es la ciudad más importante del departamento de Lempira y la llave para visitar las extraordinarias iglesias coloniales de los cercanos poblados de la Campa, San Manuel de Colohete y Belén Lempira. Quizás las iglesias coloniales más bellas de Honduras.

Ocotepeque

Ocotepeque



Ocotepeque tiene la enorme ventaja de estar a un palmo de las fronteras con dos países: Guatemala y El Salvador. Este lugar es una mezcla asombrosa de culturas donde los habitantes han sabido mantener su identidad y sus costumbres. Más que una ciudad de paso para los viajeros, Ocotepeque es un bastión de la hondureñidad.
Llegar a este extremo de Honduras es atravesar la geografía más accidentada del país. Aquí nacen ríos verdaderamente importantes y una parte de la montaña de Celaque, la más alta de la nación. Cruzar por carretera las alturas de El Portillo es una oportunidad para divisar una porción de la Reserva Biológica El Güisayote,  un bosque nublado donde el quetzal y los helechos arborescentes dominan.
Antigua Ocotepeque, la ciudad original arrasada por los aguas bravías del río Marchala, está a pocos kilómetros de Ocotepeque y es obligatorio visitarla para aprender un poco más sobre el tradicional Baile de los Moros y Cristianos. Una representación que se remonta a las lejanas épocas de la colonia española y que sobrevive gracias a la tenacidad y orgullo de la gente.
Tras la destrucción de Antigua Ocotepeque en 1934, los habitantes comenzaron a levantar un nuevo asentamiento pocos kilómetros más adelante del río. Nueva Ocotepeque fue fundada un año después de la tragedia. En 1958 se abolió el nombre de Nueva Ocotepeque y la ciudad empezó a llamarse simplemente Ocotepeque.
Una de las más agradables sorpresas que recibe el viajero en esta ciudad es la gastronomía, tan rica y variada como la de todo occidente.

lunes, 14 de noviembre de 2016

Santa Rosa

Santa Rosa de  Copán

Santa Rosa de Copán nació en 1705, merced a la visión de don Juan García de la Candelaria, capitán de la milicia española en la cercana ciudad de Gracias. La historia señala que en algún momento dentro de sus expediciones militares, don Juan descubrió la zona de Los Llanos o La Sabana; unas tierras ubicadas en un altiplano, cubiertas por un frondoso bosque de pino y regadas por cristalinos riachuelos.
Enamorado de la zona, don Juan compró las tierras a la Caxa Real de Guatemala y montó una hacienda a la que denominó Santa Rosa de los Llanos. Gracias a la fertilidad de los suelos y un clima bondadoso, el nuevo hacendado se dedicó al cultivo de los granos básicos y el tabaco, uno de los rubros más importantes de la época.
Sus esfuerzos y éxitos pronto atrajeron a nuevos colonos españoles y rápidamente la comunidad creció. Para 1765, era tanto el costo de trasladar el tabaco hasta la ciudad de Gracias y después llevarlo a las factorías de Guatemala, que se decidió crear La Real Factoría de Tabaco en lo que ya era la pequeña pero pujante comunidad de Santa Rosa. La edificación de la fábrica, ubicada en lo que ahora es el parque central de la ciudad, marcó el inicio de una carrera ascendente que llevó al asentamiento a obtener el título de villa en 1805 y el de ciudad en 1843.
A lo largo de la segunda mitad del siglo XIX, Centroamérica se vio envuelta en una serie de revueltas internas que produjeron numerosos zozobras y calamidades, pero debido a la pujanza de su tabaco y la cercanía con la frontera con Guatemala, Santa Rosa de Copán adquirió prestancia política y no tardó en ser sede del gobierno central en dos ocasiones distintas; fue aquí, particularmente, cuando se le dio el nombre definitivo a la nación de República de Honduras (7 de mayo de 1862).
Desde entonces, Santa Rosa de Copán ha continuado creciendo y es ahora el principal polo de desarrollo en el occidente del país. Como un centro prestador de servicios de educación y salud, la ciudad asiste a un sinnúmero de pequeñas comunidades que la rodean. Gracias a ello y sin perder su aire callado y colonial, la ciudad crece alejada de los problemas políticos y sociales que aquejan a las otras grandes urbes del país. La tranquilidad que se respira en Santa Rosa de Copán es sin duda alguna una de sus principales características. Una tranquilidad que se mezcla suavemente con el honesto orgullo de los santarrocenses por su querido llano.
Santa Rosa de Copán se encuentra en la zona más montañosa de Honduras; así que no es raro que la ciudad se encuentre entre colinas cargadas de bosques de pino. Su clima es tropical templado, con temperaturas que oscilan entre los 25 y 29 ° C en el verano (marzo – junio) y de 13 a 15° C en invierno (diciembre – febrero). Sin embargo, es común que en estos últimos meses la temperatura pueda bajar a menos de los diez grados centígrados.


Olancho

Olancho

Un recorrido por Juticalpa, Catacamas y Campamento, hermosas ciudades del departamento más extenso de Honduras.
Olancho está ubicado en la parte nororiental del país. Limita al norte con los departamentos de Yoro y Colón; al sur con el Paraíso y con la República de Nicaragua; al este con el Departamento deGracias a Dios y al oeste con los departamentos de Francisco Morazán y Yoro.
El departamento está conformado por 23 municipios. Juticalpa es su capital departamental la ciudad más importante y más grande mientras que Catacamas la segunda ciudad más grande e importante.
Parte de la Reserva de la Biosfera del Río Plátano, se encuentra en territorio Olanchano.
Entre sus atractivos turísticos sobresalen:
-Patuca
-Sierra de Agalta
-La Muralla
-Cuevas de Talgua (Catacamas)
-El Boquerón
Disfrute de este recorrido fotográfico por Olancho.